La falta de apetito ocurre cuando existe cierta reducción en el deseo de consumir alimento, más o menos marcada, que se prolonga durante el tiempo sin tomar en cuenta las necesidades calóricas básicas que requiere el organismo para funcionar adecuadamente. Las causas más frecuentes son de tipo nervioso o emocional producidas por nerviosismo, estrés, cansancio, ansiedad, pérdida de un ser querido, depresión. Otro tipo de causas pueden estar relacionadas con enfermedades como anemia, problemas de tipo digestivo, infecciones agudas y crónicas, VIH, embarazo (primer trimestre), entre otros.
Entre los síntomas se pueden mencionar desgano, indiferencia, repugnancia hacia toda comida, debido a la falta de apetito, aparece un progresivo debilitamiento, falta de energías y desnutrición.
En estos casos se recomienda distribuir la comida, ya que si se presenta un plato más reducido y se distribuyen las comidas al día en un mayor número de tomas, se puede presentar más disposición para comer.
También es aconsejable no tomar líquidos justo antes de comer o en las comidas. Si se toma líquidos, se llena el estómago con ellos y luego puede que la persona pierda el apetito.
En relación al ejercicio, caminar moderadamente por 30 minutos al día es recomendado para aumentar el apetito. Sin embargo, se debe evitar los ejercicios muy exigentes, más si la persona se encuentra débil o desnutrida por su inapetencia.
Comer alimentos con alto contenido proteínico como la leche de soja, quesos, pollo, pescado, huevo o yogurt es recomendable, y más si la persona que tiene problemas de inapetencia ha perdido mucho peso.
En algunas ocasiones, la falta de apetito está relacionada con la anorexia nerviosa, trastorno psicológico donde existe una obsesión por la pérdida de peso, lo que requiere ayuda inmediata de parte de un especialista.
Via : http://www.blogdefarmacia.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario