El síndrome antifosfolipídico está asociado con problemas inmunitarios durante el embarazo que conducen a diversas complicaciones y pueden llegar a desencadenar abortos espontáneos de repetición. Aunque existe un tratamiento eficaz para este síndrome, una parte importante de las pacientes se quedan al margen, ya que no cumplen con la totalidad de los criterios de inclusión, tanto clínicos como de laboratorio. El tratamiento de estas pacientes con ácido acetilsalicílico y heparina alcanza una eficacia del 85 %, pero cuando no se tratan se pierden entre 8 y 9 de cada 10 embarazos; de ahí la importancia de estudiar más a fondo los criterios diagnósticos, que beneficiarían especialmente a los casos limítrofes, que podrían representar hasta el 20 % de los casos, según las estimaciones iniciales. Las manifestaciones clínicas de este síndrome pueden ser muy heterogéneas, por lo que se debe incluir información muy detallada de los cambios histopatológicos de la placenta.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/