Las enzimas líticas, presentes en las lágrimas, solventan la resistencia de algunas bacterias. Según un estudio publicado en el último número de la revista Physical Biology, estas proteínas, que se conocen como enzimas líticas, están presentes en otros fluidos del ser humanos como la saliva y el descubridor de la penincilina, Alexander Fleming, ya se dio cuenta de su potencial a la hora de matar bacterias. En concreto, estas enzimas atacan a un tipo de bacterias muy específicas al agujerear las paredes de las células, lo que resulta fatal para las bacterias debido a la alta presión interna que soportan y que las lleva a explotar y morir. Este sistema era conocido pero fue abandonado porque era demasiado específico, aunque ahora esta especificidad podría resultar beneficiosa porque podríamos atacar patógenos específicos que son malos y mantener las bacterias buenas vivas. Al llorar eliminamos bacterias que afectan los ojos, lo mismo puede ocurrir en una herida, lo que convierte a las lagrimas en un agente natural de eliminacion de un tipo especifico de Bacterias.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/