Muchos son los motivos para que una mujer sufra de hambre compulsiva, normalmente los sentimientos negativos y la depresión son los principales factores que determinan este tipo de trastornos que puede superarse con comunicación y mucha paciencia. ¡Ánimo! No todo está perdido.
Al igual que enfermedades de salud como la bulimia y la anorexia, el hambre compulsiva también se define como una enfermedad de carácter sicosomático que se registra en la mayoría de mujeres que presentan dificultades en la personalidad y valoración de sí mismas.
Las consecuencias de tales trastornos repercuten en el estado físico y psicológico, padeciendo una serie de males en el sistema digestivo que en unos años se traducirá en diabetes, obesidad o hipertensión.
Para evitar una situación de estas magnitudes necesario acabar con el mal hábito de comer en grandes proporciones y tratar de contrarrestar los sentimientos de tristeza o ansiedad con cualquier otra cosa que no sea comer. Así por ejemplo el primer paso será dejar de llevarse a la boca alimentos por un determinado tiempo, ya sea una hora, dos o más.
Una vez que se superen los primeros retos, es momento de extender el tiempo sin alimentarse y en caso de hacerlo, incluir nutrientes balanceados que contribuyan al bienestar del organismo. A primera vista uno podría pensar que el proceso es bastante fácil, pero en realidad las mujeres con hambre compulsiva llegan al borde de la adicción y desesperación. Por tanto es importante el apoyo de la familia y los amigos, pues de lo contrario las cosas se complicarán cada vez más.
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