El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual, provocada por un virus. Los síntomas del herpes están presentes en sólo un 10% de los casos. Su aparición es dolorosa a nivel de la zona infectada (sexo, glúteos, muslos), y suele manifestarse con fiebre, dolor de cabeza y dolores de vientre.
Los síntomas suelen ser: escozor, picor. También se puede sentir dolor al orinar, y la parte de la vulva puede irritarse. La cicatrización comienza al cabo de 2 ó 3 semanas, y la costra que se forma se cae. Los síntomas pueden ir acompañados de pérdidas de orina.
En algunas mujeres, el herpes puede estar localizado en la vagina, e incluso en el cuello del útero, lo que dificulta bastante su diagnóstico, puesto que los signos no son visibles a primera vista.
En el caso de los hombres, los síntomas son menos dolorosos, y la curación es más rápida (unos diez días). Las zonas afectadas se sitúan en general en la parte del pene y del prepucio.
El herpes puede aparecer en la región cutánea situada en entre el glande y el prepucio. La cuestión se vuelve más problemática cuando el herpes se da en la zona de los testículos.
El diagnóstico
Únicamente el médico puede establecer un diagnóstico fiable. Efectivamente, el herpes puede ser confundido con otras enfermedades relacionadas con los órganos sexuales (micosis, infección de orina…), porque los síntomas son muy parecidos.
Para saber si somos portadores de este virus, existen dos métodos: cogiendo una muestra con la ayuda de un bastoncillo de algodón, y realizando un cultivo en laboratorio, o a través de un análisis de sangre.
Es importante consultar al médico desde la aparición de los primeros síntomas, o ante cualquier lesión dolorosa, irritación, o molestia en los órganos sexuales, puesto que cuanto más retrasemos la consulta, más difícil será realizar un diagnóstico acertado.
Via : http://www.blogdefarmacia.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario