Por si no lo sabías existen diferentes alimentos con hormonas que consumimos diariamente y que podrían conllevar a ciertas repercusiones en la salud.
Se sabe que las hormonas segregan las glándulas del organismo con el objetivo de generar reacciones instantáneas como el crecimiento y desarrollo de determinadas partes del cuerpo. Actualmente se entabla un debate en torno a las ventajas y desventajas de consumo, pero más allá de la discusión, muchos de nosotros consumimos alimentos con hormonas que pueden resultar nocivas para nuestro organismo.
La soya por ejemplo, contiene fitoestrógenos que incluyen una serie de hormonas altamente benéficas capaces de sustituir la necesidad del hormonal en mujeres con menopausia, sin embargo, se recomienda acudir al ginecólogo para aplicar este tipo de tratamiento. En algunos casos, el consumo de soya también ha resultado ser benéfico para la prevención del cáncer.
Pero si se trata de una buena proporción de consumo de hormonas entonces debemos saber que alimentos como el pollo, los lácteos, las carnes y el huevo podrían contener una buena dosis de hormonas, especialmente si los productores avícolas aplicaron en los animales cantidades pequeñas de hormonas con el objetivo de desarrollar una musculatura inmediata y tengan más carne.
Este tipo de aplicaciones también se ha presentado en las aves, que con el objetivo de producir mayor fertilidad, se añaden hormonas a su organismo; ni qué decir de los pollos y pescados que corren la misma suerte. Las consecuencias del consumo de alimentos con hormonas pueden resultar perjudiciales para la salud, por lo que se aconseja tomar las precauciones necesarias.
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