Las inyecciones con etanol gelificado mejoran la hiperpresión dentro del disco bajando la inflamación, produciendo una regeneración del disco tratado. La técnica ha comenzado a ser utilizada en la Clinica La sagrada Familia en Buenos Aires Argentina y en los últimos dos años, ya son 12 los pacientes tratados y hasta ahora, la evolución ha sido buena sin recidivas ni recurrencias. En los estudios de control realizados con estos pacientes se ve que el disco se retrajo satisfactoriamente y, sobre todo, se aprecia una mejoría clínica, que tarda entre 3 y 4 semanas, y culmina con la desaparición del dolor. Esta experiencia fue presentada en la SIMI-2010, que se realizó junto con el XXII Congreso de la Sociedad Ibero-Latinoamericana de Neurorradiología, Diagnóstico y Terapéutica (Silan). Su uso evita la cirugía abierta, en la que hay que cortar músculo, resecar un pedacito de la vértebra, para llegar al disco y extraerlo. Aquí, lo que se hace es inyectar una sustancia a base de alcohol gelificado y tungsteno, con el objetivo de terminar de deshidratar el fragmento del disco afectado, que una vez seco se retrae, vuelve a su lugar y deja de comprimir la raíz. Es una forma de reconstuir el disco sin perder la estabilidad de la columna y sin internación, ya que el tratamiento es ambulatorio.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/
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