Las consecuencias que conlleva fumar durante el periodo de gestación pueden ser perjudiciales para el desarrollo y crecimiento del bebé, afectando incluso al cerebro de la criatura y, en el peor de los casos, atente contra el funcionamiento del sistema respiratorio del bebé.
Según un estudio finlandés que fue publicado en la prestigiosa revista científica estadounidense "American Journal of Epidemiology", se ha determinado que el consumo de tabaco en tiempos de embarazo conlleva a serios daños en el cerebro del bebé, especialmente en la etapa de la infancia y la adolescencia.
El análisis recogió los casos de un grupo de personas que nacieron entre los años 1987 y 1989 y que habían llevado algún tipo de medicación psiquiátrica. Se estudiaron con profundidad todos estos registros y se concluyó que el 14% de niños con problemas cerebrales provenían de madres que consumían más de 10 cigarros a día durante el periodo de embarazo.
Aunque los factores para que se produzca un daño cerebral pueden deberse a diferentes motivos, la disminución de oxígeno que produce la nicotina puede ser un riesgo bastante peligroso que traiga como consecuencia una posible enfermedad psiquiátrica e intoxicación del sistema respiratorio del bebé.
Como se sabe, el tabaco es una droga muy adictiva que debe refrenarse durante el embarazo, porque de lo contrario se estaría atentando contra la salud del bebé y la madre. Más allá de la tensión y ansiedad que puede provocar la abstinencia, se trata de un esfuerzo que vale la pena hacer por el bienestar de la criatura.
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