Las grasas trans son producidas por el consumo de aceites vegetales que son capaces de incrementar el colesterol y generar efectos negativos en el organismo. Aquí algunos consejos para saber detectar ingredientes con fuertes dosis de grasa trans.
Hace muchos años atrás se pensaba que el hecho de que la grasa trans sea de origen vegetal significaba algo favorable para la salud de las personas. Poco tiempo después, a inicios de los años 90, los científicos no tardarían en descubrir los efectos negativos del consumo excesivo de grasas trans.
El principal riesgo se encuentra en la elevación del colesterol o lipoproteínas que contienen baja intensidad (LBD). Este tipo de malestares se transporta alrededor de todo el cuerpo mientras que el colesterol aumenta progresivamente y se mantiene en las paredes de las arterias, ocasionando que se hagan estrechas y duras.
Los alimentos que mayormente contienen un índice alto de grasas trans son productos procesados que han sido fabricados en varios países, alterando la cantidad de ácidos grasos trans en pequeñas cantidades que se industrializan. Algunos alimentos comerciales como las galletas, pasteles, donas, papas y platillos fritos, también cuentan con una buena dosis de grasas trans.
Los lugares más comunes con este tipo de ingredientes se encuentran en los establecimientos de comida rápida, donde el aceite que se usa para freír congrega una cantidad poderosa de grasas dañinas para la salud, y que se mantiene en el interior de las papas fritas y todos los ingredientes que impliquen fritura.
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