La diarrea aguda se presenta en el bebé como un aumento considerable en la cantidad de deposiciones. Dependiendo de la gravedad del caso, este tipo de malestares puede ser perjudicial para la salud de la criatura, especialmente cuando la infección produce inflamación de la mucosa gástrica.
La diarrea aguda también es conocida como gastroenteritis aguda, causada mayormente por un desbalance alimenticio que conlleva a una infección. Lo más recomendable en esta situación es acudir instantáneamente a un especialista que pueda efectuar el diagnóstico adecuado para llevar un tratamiento oportuno según la gravedad de la diarrea.
Para determinar la gravedad de una gastroenteritis aguda basta con analizar el grado de deshidratación del bebé con el objetivo de evitar cualquier retraso posible durante el tratamiento.
La Asociación Española de Pediatría ha determinado algunas recomendaciones para los niños menores de cinco años que presenten un cuadro de diarrea aguda. Así por ejemplo, la rehidratación oral es un medio para que el bebé pueda fortalecer sus defensas y recuperar toda la energía que se ha perdido. Para ello, el consumo de suplementos es la solución más habitual, además de la lactancia materna.
En cualquiera de los casos, no se aconseja el consumo de leche sin lactosa o cualquier hidrolizado de proteínas de leche de vaca. Para el tratamiento no es necesario aplicar farmacológicos, la única vía de recuperación es mediante la rehidratación oral. Para poner en práctica estos consejos es necesario hacerlo mediante la supervisión de un especialista que determine el nivel de complejidad de la enfermedad.
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