La medicina tradicional china incluye toda una serie de terapias que, en muchos casos, pueden resultar más efectivos que las herramientas que nos provee la medicina clásica. La auriculoterapia, por ejemplo, es una técnica que tiene origen en la acupuntura y que consiste en la estimulación externa de varios puntos acupunturales situados sobre los pabellones de las orejas del paciente. Según el enfoque de la auriculoterapia, el pabellón de la oreja es un centro corporal en el que se condensa la mayoría de las funciones del organismo (de ahí que pueda ser modificado por medio de técnicas de acupuntura).
La auriculoterapia ofrece muy buenos resultados para remitir enfermedades crónicas y para eliminar hábitos nocivos. Es utilizada en tratamientos para bajar de peso y dejar de fumar, para tratar la anemia, los trastornos de ansiedad, la depresión, problemas digestivos y hasta el insomnio.
En base a la información práctica conocida sobre la auriculoterapia también se han efectuado diferentes experiencias y análisis para explicar en términos científicos las características de este método. A lo largo del siglo XX eminencias de la medicina como el Dr. Jacques Niboyet y el Dr. Paul Nogier avanzaron en la búsqueda de evidencia científica para certificar las ventajas de la auriculoterapia. Estos enfoques que combinan ciencia y auriculoterapia intentan localizar los puntos críticos del pabellón auricular por medio de sofisticados sistemas. Con estas referencias, posteriormente, se pueden abordar tratamientos certificados con un mayor índice de objetividad. La cartografía auricular desarrollada desde entonces para enriquecer esta técnica de acupuntura, por ello, sigue recibiendo aportes año tras año (completando el conjunto básico de nociones sobre esta disciplina).
Los últimos estudios científicos sobre auriculoterapia ensayan nuevos métodos para medir las respuestas del organismo a diferentes tipos de estimulaciones sobre el pabellón auricular (incluyendo modalidades químicas, eléctricas, lumínicas y magnéticas, entre otras).
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