El período del embarazo es uno de los más delicados en la vida de una mujer. Todo lo que ingiera una mujer embarazada tendrá repercusiones sobre la salud de su hijo. Por esta razón es especialmente importante tomar precauciones respecto a la alimentación y a la toma de medicamentos. Las modalidades en las que los medicamentos pueden afectar al feto en el embarazo son de diferentes tipos. Cuando se produce una transmisión hasta el feto se habla de un efecto tóxico que puede ocasionar malformaciones en el bebé. La placenta es otra de las vías de transmisión de componentes químicos nocivos para el feto.
Durante el embarazo es vital evitar la auto-medicación y otras formas de administración de medicamentos sin los debidos controles. En este período de la vida de una mujer es necesario tener especial cuidado con algunos medicamentos en particular. Los anticoagulantes de administración oral y los aminoglucósidos pueden ser bastante peligrosos (estos últimos causan daño a nivel del oído interno). Otros de los medicamentos que hay que evitar de manera tajante son todas las penicilinas y el cloranfenicol.
Para evitar el daño fetal durante el embarazo, por otra parte, se recomienda consumir suplementos de vitaminas y minerales. Al consumir vitaminas y minerales esenciales la madre del niño también estará evitando una gran variedad de enfermedades prevenibles. Los medicamentos más seguros en el embarazo incluyen la mayoría de los antibióticos y analgésicos (especialmente el paracetamol). Para casos de hipertensión arterial, asma, diabetes y otras enfermedades en base a problemas de coagulación existen alternativas especialmente recomendadas para mujeres embarazadas (se trata de medicamentos que no atraviesan la placenta). También hay que tener en cuenta que algunos medicamentos son perfectamente seguros durante el embarazo, siempre y cuando sean consumidos en dosis moderadas o pequeñas.
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