La Diabetes es una enfermedad por la cual los valores de glicemia no pueden ser controlados por el propio organismo, resultando en fluctuaciones para arriba como para abajo en dichos valores.
Dependiendo de cuál sea el tipo de Diabetes, tanto para la tipo 1 como para la tipo 2, pueden variar los tratamientos para dicha enfermedad.
Para la Diabetes tipo 1, comúnmente se utiliza la insulina para mantener los valores de la glucemia, esta se aplica mediante inyecciones diarias y separadas según la indicación médica. La Diabetes tipo 2, usa como tratamiento hipoglucemiante, pastillas por vía oral y una dieta adecuada a la patología acompañada de ejercicio físico diario.
Los valores normales en sangre de glucosa oscilan entre 70 y 110 miligramos por decilitro, los valores que no llegan a 70 se conocen como Hipoglicemia y los valores que superan los 110 se conocen como Hiperglicemia.
Como se verá ambos extremos son malos, lo ideal es tratar de mantenerse en el rango mencionado, pero resulta muchas veces difícil el lograr complementar el tratamiento farmacológico con la dieta y el ejercicio.
La hipoglicemia es una emergencia para los diabéticos, los valores inferiores a 70 mg/dl hacen peligrar la vida del diabético. Aquí hay que actuar de inmediato ya que debajo de esta cifra pueden presentarse varios síntomas que posicionan al diabético como incapaz de realizar su cuidado.
Ante una hipoglicemia es prioridad tratar de elevar la glicemia con infusiones azucaradas en caso de que el paciente puede tragar y si esta consciente aun o en caso de estar inconsciente deberá recibir un suero endovenoso glucosado aplicado por un médico emergentologo, por lo que es importante llamar a la ambulancia si el paciente perdió la conciencia y no puede beber líquidos azucarados.
En el otro extremo está la Cetoacidosis diabética, que también es una emergencia y se debe actuar rápidamente internado al diabético para controlar su hidratación, medicación y niveles de glicemia que superan los valores normales.
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