Las infecciones nosocomiales, más comúnmente conocidas como infecciones intrahospitalarias, son aquellas que se adquieren durante la estadía del paciente en las instituciones sanitarias; y pueden cobrar gran significación e importancia en el estado general de dicho paciente pudiendo complicar enormemente el cuadro por el cual fue hospitalizado.
Las tasas de infecciones nosocomiales en pacientes en los que se ha realizado una cirugía ha llegado a ser del 11%, y en pacientes que se encuentran en terapia intensiva hasta un 70%, en instituciones de diferentes países de Latinoamérica y Estados Unidos, siendo las más comunes las infecciones de las vías urinarias en adultos, seguidas por las infecciones pulmonares causadas por distintas bacterias.
La prevalencia de esta importante problemática tiene relación con varios factores como falta de recursos económicos, pero sobre todo con la falta del conocimiento de medidas preventivas por parte de los profesionales e incluso de los pacientes mismos y aquellos que ingresan como visitantes.
Cuando se trata de ambientes en los que hay varios pacientes internados en una misma habitación o sala, las posibilidades de infección aumentan significativamente. Y esto es una complicación que puede estar exacerbada en momentos de epidemias, donde las instalaciones no dan abasto para la cantidad de enfermos que se presentan y se genera una especie de hacinación.
Desde ya que este no es un problema nuevo ni pronto a ser resuelto de manera definitiva, pero sin duda se debería invertir mayor dedicación y dinero para que cada vez sean menos frecuentes los casos de estas infecciones.
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