Un reciente estudio científico acaba de revelar que el consumo de frutas y verduras podría ayudar a cambiar los efectos de las enfermedades cardíacas que se heredan a través de los genes, desmintiendo la teoría que no era posible modificar este tipo de códigos hereditarios.
La Universidad McMaster y la Universidad McGill en Canadá liderados por el doctor Jaime Engert acaban de descubrir que mediante el consumo generoso de frutas y verduras crudas es posible evitar la herencia de genes con enfermedades cardíacas. Como se sabe, una de las enfermedades genéticas más frecuentes son los problemas del corazón.
La investigación se ha hecho con la participación de 27.000 personas de América Latina, Asia del Sur, Europa, China y países árabes. En cifras concretas se ha llegado a la conclusión que el efecto de una dieta basada en el consumo de frutas y verduras en individuos con un genotipo de alto peligro iba disminuyendo a medida que la ingesta era continua y proporcional.
Se estaría mitigando el riesgo de las enfermedades cardiacas mediante dietas de verduras crudas y una buena cantidad de verduras. En total estamos hablando de un consumo que demande cinco porciones más de lo normal durante todos los días.
Todo parece indicar que existiría una interacción entre los genes y la dieta en los individuos que padecen de enfermedades cardiovasculares, por lo que en futuras investigaciones se ha planteado estudiar el mecanismo de esta posible interacción en los procesos metabólicos del gen 9p21.
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