Durante el primer y tercer mes es probable que se manifiesten los cólicos en el bebé, contracciones dolorosas del intestino que se expresa a través de llantos inacabables. ¿Qué hacer ante una situación así?
A continuación algunas recomendaciones:
Tener a un bebé enfermo no es nada bonito, por el contrario, la madre sufre para tratar de hallar el motivo por el que un bebé llora repentinamente sin mayor explicación. Este tipo de casos se presenta durante los primeros meses del bebé, donde el llanto puede prolongarse incluso hasta en 3 horas.
La razón para que un lactante padezca de cólicos es difícil de determinar, pero se conoce que la aparición de las contracciones en el estómago se deban en gran parte a la necesidad de establecer un contacto físico continuo con la madre. También está la teoría que acredita el estrés y el proceso de adaptación fuera el útero materno como los principales motivos para que un bebé sufra de cólicos. La alimentación también es otro factor que conlleva a problemas de esta naturaleza.
Los cólicos suelen manifestarse entre la segunda y tercera semana del recién nacido, con una duración de hasta 10 semanas. El proceso para mejorar la salud del bebé es lento, por lo que requiere de paciencia y minucioso seguimiento por parte del pediatra y los padres (casi siempre las contracciones al estómago desaparecen finalizado el tercer mes de vida).
El dolor de los cólicos se traduce en un movimiento repentino de las piernas y los brazos del bebé, acompañado de llanto, agitación y nerviosismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario