Una de las consecuencias de la acumulación de ácido úrico en el organismo es la aparición de enfermedades como la gota. El ácido úrico que se encuentra concentrado en el organismo aparece en forma de cristales y se deposita en las articulaciones del cuerpo generando un fuerte dolor articular. En ciertos casos la acumulación de cristales por debajo de la piel genera abultamientos palpables. Un porcentaje considerable de los pacientes que tienen gota también desarrollan cálculos renales. Esta enfermedad, por lo demás, es mucho más común en hombres que en mujeres.
Las causas más conocidas para la aparición de la gota es el incremento de ácido úrico en la sangre de una persona. Algunos factores adicionales, como la obesidad y la hipertensión arterial, también pueden ser factores desencadenantes de esta afección. Hay que tener en cuenta que la elevación en los niveles de ácido úrico está directamente relacionada a la ingesta de cierto tipo de alimentos.
Los primeros síntomas de gota son la hinchazón y el dolor articular en el pie (la base del dedo gordo, especialmente). En los casos de gota se produce un enrojecimiento de esta parte del cuerpo, que viene acompañada por un fuerte dolor articular. Asimismo, la gota también se puede presentar en otras zonas cercanas al dedo gordo del pie, como el empeine y los tobillos. Es menos frecuente encontrar los síntomas de gota en muñecas y rodillas, aunque también se pueden presentar.
En general los primeros síntomas de gota comienzan con una sola articulación. Si el caso no se trata a tiempo este problema puede pasar a otras articulaciones aledañas y generar un intenso malestar generalizado. La forma de tratamiento convencional para los casos de gota es la administración de anti-inflamatorios no esteroideos (como el Ibuprofeno). De todas maneras, lo más efectivo es prevenir esta enfermedad elevando el consumo de líquido y purinas.
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